miércoles, 17 de febrero de 2010

‘Sátiros de Galapa’: una comparsa que reúne leyendas del mundo

Sátiros: el Caribe se fusiona con los mitos griegos.

Por Ricardo Rodríguez Vives
El dios Baco inventó el vino en unas tierras de fantasía. A su lado correteaban los sátiros, pequeños humanoides de aspecto animal. De ese imaginario de racimos de uvas, copas de vino y alegría festiva se dice que nacieron las bacanales, unas de las primeras manifestaciones carnavaleras. La comparsa de disfraz colectivo ‘Sátiros de Galapa’ está influenciada por la mitología griega.
“Nos pareció el nombre indicado porque los sátiros, según las historias, eran seres alegres y parranderos. Mantenían un espíritu real de Carnaval”, dice Sissy Albor Cera, directora de la agrupación.
Minotauros, ninfas y semidioses hacen parte de estos especímenes fantásticos. Pero además, hay otros personajes de otras mitologías: mago, La llorona, madremonte, elfos, guerreros bárbaros, vikingos y hasta el dios nórdico Thor. La temática que en un principio era griega, terminó absorbiendo leyendas del mundo entero. ¿El resultado? una de las agrupaciones de disfraces eclécticos más exitosas del Carnaval.
Observar a esta fauna variopinta puede causar un shock visual por la cantidad de personajes que abarca: 45. Así, el maléfico vampiro danza al son del millo junto a un ángel, y un fauno patas de cabra baila y balancea su vara junto a la novia espectral de Puerto Colombia. Lo divino, humano y maligno en una comparsa.
Los creadores de esta imaginería desbocada son los esposos Sissy Albor y Misael De Moya, que aficionados a la mitología griega, decidieron organizar en el municipio de Galapa una comparsa realmente diferente. Han ganado tres veces el Congo de Oro a mejor disfraz colectivo, y este año, participarán en La Batalla de Flores. Ya tienen cinco años consecutivos cumpliendo cita con las carnestolendas.
Durante los desfiles la agrupación va acompañada de un millo; sin embargo, dadas sus características ‘greco—eclécticas’, se tiene pensada una música que mezcle el folclor caribeño con las flautas paganas del dios Pan.
Como la mayoría de las comparsas carnavaleras que no tienen un apoyo empresarial—aún más por su cantidad de miembros—su principal urgencia es el dinero, pero siempre se las apañan como sea, dice De Moya: “vendemos pasteles, sancochos y otras comidas para rebuscarnos el dinero. Algunas de las participantes más bonitas de la comparsa nos ayudan, un rostro bello siempre vende”, dice.
Albor, administradora de empresas que también estudió diseño de modas, se encarga de esbozar los trajes. Recibe colaboración de miembros de la familia que también hacen parte de la comparsa. De esta manera, entre puntadas, lentejuelas, maquillaje, lentes de contacto y demás accesorios los 45 ‘Sátiros de Galapa’ tienen asegurados sus disfraces.
Sin embargo, pese a que la temáticas sea leyendas del mundo, los diseños se conceptualizan de tal forma que se identifique uno que otro elemento del Caribe, con el fin de estar conectados con la idiosincrasia del Carnaval.
Como directores de comparsa, el matrimonio es algo crítico con respecto a algunas situaciones: “creo que son necesarios los entes que organizan un evento tan grande, pero que no se lucren de los grupos. En un principio las comparsas se organizaban solas, salían y no había ningún problema”, comenta De Moya.
Por esa razón las últimas iniciativas del Ministerio de Cultura que implican el compromiso del Distrito y la Gobernación con mayores aportes económicos a los hacedores del Carnaval han sido aplaudidas. “Creo que por fin empiezan a darnos lo justo a nosotros, que hacemos esta fiesta”, dice la directora.

 

tomado de EL HERALDO.COM.CO / Cultura

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